¡Charlamos con Care Santos!


¡Os dejamos con la entrevista con Care Santos! Esperemos que os guste :) podéis seguirla en sus redes sociales y a nosotras también :))







Sobre ti:


1) ¿Qué representa para ti la escritura y que habrías hecho de no haber existido este arte?

-Para mí la escritura representa todo: mi pasión más absoluta, mi modo de vivir -por suerte-, lo que quería ser cuando fuese mayor -y que he conseguido ser, cosa que valoro muchísimo-, mi manera de estar y mirar el mundo, ya que no lo vería de la misma forma si no me hubiera convertido en alguien que se dedica a contar sus historias.

-No quiero imaginar un mundo sin literatura, sin libros, sin escritores, sin historias que devorar, pero suelo pensar que si no fuese escritora sería algo relacionado con la literatura -bibliotecaria, librera o librera acompañada de un lugar donde se pudiese merendar, pues me gusta mucho cocinar- y si no hubiese podido acceder a eso habría acabado entre fogones porque me gusta mucho la cocina.



2) ¿Cuáles son los/las autores/as o libros que más han definido tu pluma?

-Imposible contestar a esta pregunta, no tengo formación filológica -empecé esta carrera después de terminar Derecho- estudié unos años sólo, nunca fui muy disciplinada, porque ya venía cargada con un gran bagaje de lecturas -siempre he leído por pura pasión, dejándome llevar por mi instinto y gustos, y por eso mis influencias son múltiples-. Groso modo puedo decir que la poesía me ha influido mucho a la hora de escribir novela y también el teatro, ya que considero que leer otros géneros, para el novelista, es excelente. No sería la misma novelista sin haber leído mucha poesía, teatro y autores del siglo XIX (especialmente rusos y anglosajones).



3) ¿Qué libro te costó más escribir o desarrollar?

-Sin duda Habitaciones cerradas porque fue una novela que una vez terminada decidí que no me gustaba, así que la di por perdida (la tiré) y no pensaba retomarla pero algunas personas cercanas me animaron a hacerlo. Cuando la retomé descubrí que tenía razón porque no me gustaba nada, me parecía estar mal resuelta, y volví a escribirla de cabo a rabo de modo que me llevó el doble de lo que me suele llevar escribir una novela.



4) ¿Cuál es el objetivo o mensaje que te gusta transmitir?

-No me gusta la palabra 'mensaje' y no sé si 'objetivo' es la palabra adecuada, pero en respuesta diré que escribo como me gustaría que me leyeran, es decir, busco emoción -sin ella creo que no puede haber otras cosas-, que me hagan pensar -que no me deje igual que antes de leerlo-, que me permitan reflexionar por mí misma, no que el autor me diga lo que tengo que pensar, sino que me inviten a hacerlo, y que haya una pretensión de estilo y unos personajes bien definidos y que la novela me aporte mucho más que la pura historia, aunque esta tenga que sustentar todo lo demás.




Sobre tus novelas


5) El dueño de las sombras ha sido una de las lecturas más recientes y he decir que mientras lo leía sentí el miedo e incluso llegué a encender las luces de toda la casa (mi compañera puede confirmarlo). ¿Cómo acudió esa historia a tu mente?

-En primer lugar, me encanta que hayas sentido miedo mientras la leías -me apunto un punto con vuestro permiso-. Esta historia parte de un par de hechos reales, noticias que recopilé de la prensa hace ya muchos años, ya que soy coleccionista de noticias raras o inspiradoras o simplemente reales que puedo extrapolar a otra historia (como hice modificando la del pozo o la niña perdida). A parte hay otro origen, más personal quizás, y es que soy muy miedosa, me dan mucho miedo las historias de terror, y por eso creo que escribo para exorcizar mis propios terrores; pues creo que dar miedo por escrito es muy difícil pero me encanta haberlo conseguido.



6) ¿Podrías definir el género que escribes?

-Creo que soy incapaz de describirlo, pero soy muy consciente de que diversas novelas mías pueden englobarse en diversos temas o diversos géneros; sé que tengo una vena muy realista donde podrían englobarse Mentira, Verdad o Miedo; y también sé que, de vez en cuando, me gusta practicar el género fantástico -que me entusiasma y que además me hizo lectora, sobre todo en la adolescencia-, como quien comete una gamberrada. Además, lo reivindico porque está muy incomprendido.

-Pero claro, también escribo poesía, tengo una obra escrita, novela histórica... Así que creo que lo que mejor me define, más allá de los géneros, es la inquietud: soy una persona inquieta que no quiere renunciar a nada. He probado casi todo lo que podía, con los años me he quedado con lo que creo que me gusta más hacer o se me da mejor, pero desde luego seguiría probando si me invitan a hacerlo.



7) ¿Crees, como mucha gente suele decir sobre las trilogías, que la tuya decae en algún momento?

Bueno no soy yo quién debe decir esto, un autor siempre es el peor juez de su obra, y quien debe juzgarla son los lectores. En defensa de mi trilogía -aunque he de decir que detesto las trilogías, no las soporto- diré que la escribí porque muchos lectores se quedaron con ganas de más al terminar El dueño de las sombras.

-Vi que Eblus era un personaje interminable el cual parecía que me había poseído a mi también, porque no hacía más que pensar en él y en posibles historias que pudieran relacionarse. Creía que su historia había quedado truncada y por tanto merecía un final, y por eso me decidí a escribirla; porque no podía quitármelo de la cabeza. Yo creo que por mucho que escriba, no volveré a crear un personaje que me entusiasme tanto como Eblus... No sé si es una forma de posesión diabólica pero se parece.



8) En mi instituto, Val més anar sol me constaba como lectura escolar. Ahí fue donde te descubrimos. ¿Qué lección o característica consideras que aporta esta novela a niños y niñas para que sea obligatoria?

-Las lecturas escolares siempre son el eterno debate: hay quien considera que no deberían establecerse lecturas obligatorias porque cada uno debería leer aquello que más le gusta, y también hay quien considera que si no se elige un libro para todos jamás se podría hacer un comentario de texto sobre ese libro que afectara todos los alumnos y pudieran sacarle provecho; es decir, pienso que lo ideal seria mezclar ambas cosas.

-Creo que mis novelas tienen lo que muchas otras de mis colegas, pero en estos casos puedo garantizar que es una preocupación plenamente consciente, y es algo en lo que pienso todo el tiempo mientras escribo, sobre todo para jóvenes, que es que mis novelas generen lectores. La responsabilidad más grande que tengo y que asumo es generar ganas de leer y, que al cerrar un libro mío, aquella persona tenga ganas seguir leyendo. Ojo, no digo leyéndome, digo leyendo en general, y quiero pensar que mis libros generan esa pasión.



9) ¿Crees que a la hora de escribir los diálogos de los personajes tienen algo de tus palabras o expresiones que usas normalmente? 

-Mis personajes por supuesto que tienen cosas mías, palabras expresiones, anécdotas, pedazos completos de mi vida como si fueran pedazos de carne cruda... Otra cosa es que esté dispuesta a confesar donde están esos fragmentos. Pero claro está que tú escribes siempre desde tu subjetividad, tu historia, desde todo lo que eres, lo que has sentido alguna vez; por lo tanto mis personajes se expresan y sienten como yo. Por supuesto no siempre, ni todos son yo, pero les hago muchísimos préstamos.



10) Para finalizar, ¿si volvieras atrás y pudieras cambiar algo del libro Trigal con cuervos, premiado con el Premio Ateneo Joven de Sevilla, que sería?

-Está muy lejos ese libro... No lo he vuelto a leer porque no me releo, creo que seria una pérdida de tiempo por lo tanto no tengo ni idea de lo que cambiaría. Sospecho que si leyera otra vez Trigal con cuervos lo cambiaría de arriba a abajo, porque como he dicho, es un libro que queda muy lejos. Tan lejos que lo escribí en el 1997, haced la resta, yo no quiero hacerla que me asusto.



Y hasta aquí esta entrevista, que os traemos de todo corazón y 
que agradecemos también profundamente a la autora por su cercanía y calidez. ¡Gracias!

Nos leemos, kisses,
Nymmynbooks

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