Sinopsis del libro:





Sinopsis con avances:

Un thriller inteligente y abrumador sobre un matrimonio cuyos problemas conyugales lo ha conducido a un paraje desierto donde Miranda desaparecerá y, en consecuencia, su extraña 'fuga' se verá relacionada con el historial de James Black, un famoso director de cine.
Es una historia ambientada en América, el mundo de Hollywood, y en tráfico de cine y películas; sin olvidar el toque maligno de Javier ni las mafias que siempre le gusta construir.

Opinión personal:

Aunque algunas escenas sean surrealistas (bajo mi realidad) o estén sin resolver (como el hecho de que Miranda entrase en la cabaña pero luego la policía no encontrase evidencia genética de su paso), contiene muchos giros argumentales (con sorpresas inquietantes) que hacen de esta lectura una inolvidable.

El estilo de Castillo se mantiene, como en sus dos novelas anteriores, y su forma amena de escribir hace que las páginas vuelen entre tus manos. Los personajes me parecen complejos, bien construidos, y con sentimientos muy humanos (como el egoísmo); la trama es adictiva, coge buen ritmo des del principio y no te suelta hasta llegar al final. Como siempre, la idea inicial que mueve todas las acciones no se ha visto con anterioridad (pues es original) y claramente se percibe el sello de Javier (que yo lo asocio con la aparición siempre de conspiraciones, mafias o actos clandestinos).
Tiene un punto a favor el hecho de que trabaje la violencia de género, un tema muy recurrente actualmente y del que se tiene que hablar sin tapujos.

El final, aunque está bien pensado y montado, no ha sido de mi agrado; no por cómo está redactado, sino más bien porque es injusto y a mi perspectiva no sólo SPOILER Ryan debería estar en la cárcel. FIN SPOILER.

Personajes:

Ryan Huff: Un tío muy egoísta e inseguro que la paga con su mujer y que en vez de canalizar sus fracasos e intentar averiguar cómo solucionarlos se vuelca en la bebida. Es un cobarde, y a pesar de no merecer la condena que le ponen (porque la suya es otra) sí deseo que acabe como lo ha hecho.

Miranda Huff: Es cínica y egoísta también. Si a mí me diesen a escoger entre yo y otra persona, en cuestiones de morir, primeramente buscaría la forma de no matar a nadie y después, depende cómo, acabaría escogiendo. Había mil maneras de solucionar lo ocurrido y ninguna de ellas era la que se elige; es por eso que desearía que ella se pudriera entre rejas.

James Black: Otro sanguinario y loco más para la colección. Realmente este hombre estaba fatal de la cabeza, grabando todo eso mientras sus amigxs mueren, y eso que parecía el más normal de los personajes. Me alegro de que se haya sentido tan miserable como para quitarse la vida, porque de verdad es inhumano e inmoral lo que hizo con la película.

Mandy: Hace súper bien su trabajo y se entrega en ello, no se merece encontrarse lo de Black así de buenas y mucho menos que Ryan le dé la espalda por un error que fue culpa de ambos. Me alegro que Miranda la detuviera a tiempo y ahora haya podido ser un poco feliz.

Jeff: ¡Quién menos tenía que morir! Pobre hombre...toda la vida luchando por hacer una familia y sacar a la luz lo que le pasó a su amada y tiene un final trágico e injusto, porque hasta sus hijxs se convierten en lo que él nunca había deseado.

Conclusión:

Un thriller rápido, autoclusivo, y trepidante. Una trama peculiar y una acción de vértigo. Totalmente recomendado.

Frase destacable:

"Nos habíamos desincronizado, como dos relojes desacompasados que ya nunca coincidían a la misma hora." Ryan, p. 38.

Kisses,

Myn