Sinopsis del libro (con mis palabras):

A Laurel, una estudiante de instituto, le encomiendan un trabajo que consiste en escribir una carta a alguien que haya muerto.

Primeramente escoge a Kurt Cobain, un famoso adorado por su difunta hermana, pero nunca llega a entregar el trabajo y lo escribir cartas a personas fallecidas se convierte en un hábito.

Narra su historia, como empieza su curso, como hace amigos, como vive la muerte de su hermana e incluso su primer amor.

A través de estas cartas transmite sus sentimientos en todo momento, con un tono poético que deja entrever el daño que le provocó lo que ocurrió el día que May, su hermana, murió.

Sinopsis (con algunos avances):

Laurel es una chica que ha sufrido mucho desde que su hermana no está en su vida.
Su madre se marchó al poco tiempo de que sucediera eso, dejando que su hija cargara con el peso del divorcio y la pérdida.

La protagonista pasa a vivir con su padre y su tía que es extremadamente religiosa.

Como se cambió de instituto, para no topar con antiguos compañeros de May, al principio le cuesta hacer amigos; pero luego cuando los encuentra son los mejores que podía haber escogido.

Su primer amor, Sky, no es fácil de sobrellevar para Laurel. Es una chica inestable y por ello la relación sufrirá algunos desequilibrios y rupturas.

Lo que más la abruma es que se sepa lo que pasó con May y el día que murió, ya que ella era la única presente cuando pasó y por ese motivo vive torturada por la culpa. Aunque se cambió de Sandia  a West Mesa para que nadie supiera de la existencia de aquel suceso, allí se encontrará con que quizás sus amigos si lo sepan.

Opinión personal:

Esta novela es la primera que leo de la autora y lo cierto es que me ha sorprendido gratamente.

Trata temas profundos, como el sentimiento de culpa, de una forma muy real; otorgándole esos pequeños detalles que matizan la emoción y parece como si de verdad la estuvieras viviendo.
Además refleja muy bien la pérdida y la tristeza, que es en lo que todos pensamos que se basa la novela; pero en realidad contiene algo más que eso: trata la búsqueda de la identidad, el encontrarse así mismo y decidir como queremos ser y NO lo que queremos parecer.

Creo que alberga un ligero tono poético por la forma en la que escribe las cartas.
El lenguaje es rico y pulido, mide en todo momento sus expresiones pero sin pasar a ser demasiado técnicas ya que quién lo narra es una adolescente.

Laurel es una chica muy inestable al principio, que no controla sus emociones y que en vez de expresarlas se las guarda para sí; algo que no se debe hacer ya que al final acabas explotando y eso es mucho peor que contarlo.
Presenta una evolución progresiva durante el libro. Al final demuestra como contando las cosas, recibiendo ayuda profesional y dejándose de culpar a uno mismo por lo que pudo haber pasado o no es como se consigue ser feliz.
Este es un mensaje muy importante que, bajo mi punto de vista, debería aparecer más en la literatura juvenil.

Lo que más me gusta de la autora es la realidad con la que escribe. (Ya lo he comentado antes, pero es que es muy importante destacarlo). En todo momento sabe pintar la alegría, tristeza o frustración de las escenas.
Sabe revivirte el espíritu juvenil con las fiestas, los amores y las charlas de amigos.
Al igual que también sabe representar la dureza de estar solo y no poder contarle lo que te sucede a alguien.

Respecto al resto de personajes, todos son fascinantes y me han caído genial.
Sky es todo un amor y no me sorprende que Laurel se haya enamorado de él.
Es alguien misterioso que aporta detalles de frescura y juventud a la novela. Tiene un pasado trágico y una vida actual llena de penas y por ello me hubiera gustado que la autora profundizara un poco más en él.
Las amigas de Laurel son encantadoras. Me ha gustado mucho que formaran parte del conjunto LGTBIQ+ ya que (aunque se está consiguiendo) no suelen aparecer en demasiados libros, a pesar de ser algo necesario.

Añadir que la historia me ha resultado ser confusa en algunos puntos ya que no pienso en todos los asuntos igual que Laurel. A veces no entendía porque se ponía a llorar, y es comprensible ya que yo no he sufrido tal pérdida, y pensaba que era una llorica (porque a veces estropeaba momentos increíbles por una tontería).
Pero para ella significaba algo más que una tontería y por ello, ahora no pienso eso, pienso que es una persona muy valiente y fuerte por afrontarlo sola.

Totalmente recomendable para hacer un limpiado interior y leer algo filosófico.
No es una lectura fácil de entender y yo hubiera preferido haberla leído más adelante; aún así no me arrepiento.

8'5 de 10.

Kisses,

Myn