Ha sido quizás la más floja de la saga. No ha estado mal, es un buen desenlace, con giros argumentales que sorprenden y personajes que se muestran muy carismáticos y reales.

Tiene un ritmo bueno, avanza sin desesperarte, pero escaso de acción y aventuras en comparación a los anteriores.

A pesar de que repetía mucho los nombres, está bien escrito y es amenos de leer por lo que lo recomiendo si queréis concluir la tetralogía.

Personajes:

Como siempre todos han sido encantadores; Bobby con sus habituales comentarios bromistas y extraños. Un chico repleto de curiosidad y tonterías que ha demostrado ser fiel a los vampiros y tener mucho amor por Milo. Alice ha actuado como la protagonista femenina fuerte y decidida que todos esperasemos que fuese, luchando por proteger a aquellxs que le importan y dispuesta a combatir el crimen y hacer justicia. Milo se ha vuelto más fuerte e independiente, se ha espavilado muy bien en las situaciones de riesgo y ha continuado siendo el adorable hermano protector de las novelas anteriores. Jack ha reaparecido con sus celos, protestas e imadureces de siempre, que al final por suerte ha conseguido solventar y afrontar como el adulto que es. Peter regresa cargado de emociones que antaño escondia, se muestra colaborativo y afable, y consigue arreglar su amistad con Jack. Ezra y Mae, son dos casos a parte. Librando batallas entre si recurrir a su amor o si dejarse llevar por la razón, se tropezarán con más de un obstáculo que juntos sabrán esquivar sin problemas.

En resumen ha sido un buen libro. Lo de Leif si que consiguió  sorprenderme pues nunca pensé que el lazo que ocultaba fuese ese (yo me pensaba otras cosas relacionadas con el amor romántico).