Sinopsis del libro:
Tras el divorcio de sus padres, las gemelas de 10 años Ivy e Iris se separaron: Ivy vivía su padre, Iris con su madre. Seis años después, y tras la trágica muerte de su madre, las gemelas vuelven a reunirse: Iris se muda con Ivy y su padre. Devastada por los últimos acontecimientos, Iris pasa las primeras semanas en un silencio casi total: la única persona con la que habla es Ivy. Iris siente que su vida ha terminado y no sabe qué hacer. Ivy le promete a su gemela que ahora pueden compartir su vida. Después de todo, son hermanas…
Opinión personal:
He recortado la sinopsis del aparto anterior porque considero que revela demasiado y que, si le echas un poco de imaginación, puedes llegar a saber qué sucede sin leer el libro.
No me parece el mejor thriller de Natasha, no tiene ni punto de comparación con La cabaña o El sótano -si quiera con El anónimo, que era un poco más flojo que estos dos últimos-, y no creo que a alguien que ha leído mucho misterio vaya a sorprenderle.
Quizás para empezar con la autora está bien, es entretenido y tiene un final bastante abierto que te da qué pensar, pero no lo recomendaría si te gusta romperte la cabeza y no saber cómo acabará el asunto. Se me antojó predecible y de avance lento; como comenté en las primeras impresiones me parece que tarda demasiado en incluir detalles, pistas o argumentos intrigantes. Hay un punto en que se hace un tanto aburrido, indiferente más bien, porque parece que esté describiendo lo que pone en la contraportada.
En definitiva, su forma de escribir es amena -no hay excesivas descripciones-, la trama fluye despacio y te deja incluso ventaja para que tu imaginación termine de hilvanar qué acontece. No digo que no me haya gustado, simplemente que se me ha quedado corto, indiferente y flojo para lo que es Natasha Preston.
Conclusión:
Thriller sencillo, de desarrollo lento y argumento predecible.
Nota:
7/10
Kisses,
Myn