Entrevista David Crespo autor de 'El jardín de Sonoko'
Muchísimas gracias a David por ofrecernos esta oportunidad y compartir con nosotras su conocimiento y consejos. ¡Un abrazo muy grande!
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Entrevista:
1- ¿Cómo definirías tu vida si no hubieses conocido la escritura o este arte no existiese?
- Buena pregunta, pues cómo la vida de cualquiera que no escribe, como la vida de mi padre o de mi madre. A mi la escritura me llegó, no tardía, porque yo siempre he escrito. Pero lo que es el hecho de hacer una novela me llegó tarde. Antes de esto hacía relatos, hacía cuentos… Nunca pensé que fuese a ser capaz de hacer una novela. Y entonces, con todo, la vida que tendría sin escribir sería más placentera. Escribir me supone mucho desgaste y sufro bastante más de lo que disfruto.
2- ¿Cuándo ideaste el primer proyecto y a raíz de qué se desencadenó? ¿Fue el jardín de Sonoko?
- La trama de “El Jardín de Sonoko” me surgió en Kyoto. Estaba paseando y vi un paso de cebra, como tantos otros, donde había una chica en bicicleta y me dio por pensar en lo que pasaría en mi vida de repente si esa chica entrase en ella. Qué hace que la vida sea como es, qué pasa cuando una persona desconocida deja de serlo para entrar en nuestras vidas y por qué, todos los cambios y cosas que eso indica. Fue ese el primer esbozo que tuve, o visión de cómo podía ser Sonoko. Dos desconocidos que están relacionados sin que ellos lo sepan y que luego se descubre el por qué. Por eso pensé en ella, y la mascarilla me recordó a la visión que luego surge en Sonoko que es Kaoru, que va con mascarilla y unas bambas Martin.
3- ¿Qué aconsejarías a los/las escritores/as que quieren iniciar su carrera en este mundillo?
- Como he dicho antes, para mi, escribir a veces me supone más esfuerzo, más dolor que placer. Porque cuando no sale te sientes muy frustrado/a, o que pierdes el tiempo, que no estás haciendo nada bien… Y eso desgasta mucho. Por otro lado, también es gratificante cuando ves que has acabado una novela y la sensación es increíble. Incluso sin llegar a tanto, cuando has acabado un capítulo o unas páginas ya está bien, pero no puedes cantar triunfo hasta que acabas la novela. Yo tengo muchas empezadas, inconclusas, un montón, están ahí y por alguna razón los personajes no acaban de hablarme con claridad o yo no consigo sacarles lo que me dicen y se quedan ahí. Mi consejo es: si realmente lo sienten, sienten que tienen que escribir, que se pongan delante del ordenador o cuaderno y que se dejen llevar. Yo me dejo llevar por lo que me sale en el momento, sin documentarme ni nada, me pongo a escribir y lo que sale considero que está bien. Cuando yo era más joven, pensaba que era más sencillo hacer relatos que una novela, jamás había pensado en hacer una novela hasta que lo intenté. Todo forma parte del proceso creativo.
4- ¿Requieres de algo concreto/especial/tradicional para iniciar una historia o simplemente surge?
- Surge, intento que haya una parte autobiográfica, una parte de mi mismo, y a partir de ahí creo un personaje, una situación concreta determinada y esa situación me suele llevar a otra o a otro personaje. Ahora me estoy planeando hacer relatos más concretos, más autobiográficos decorandolos un poco con partes fantásticas.
5- ¿Cuándo tienes la idea, comienzas directamente a escribir para que no se te olvide/recordar el sentimiento con el que empezaste o planeas la historia metódicamente?
- No, no planeo nada pero si que es cierto que tengo una libreta que cuando se me ocurre alguna idea, que me suele pasar cuando estoy relajado, la apunto y curiosamente nunca recurro luego a ella, entonces me doy cuenta de que no me sirve para nada y pienso que si fuese importante me saldría en su momento, mientras escribo, y no en un momento de relax. Raro es el día que cojo la libreta para ver que apunté.
6- ¿Cómo definirías el género que escribes?
- Generalismo mágico. A mi me gusta mezclar lo que es la realidad, la cotidianidad de lo que percibimos con esos otros mundos que para mi existen y que no son fáciles de ver pero que están aquí entre nosotros, que podemos acceder a ellos con un poco de magia y un poco de una visión de infante. A mi me gusta ese tipo de literatura donde de repente la magia o lo irreal se mezcla con lo real, porque creo que la vida es así. Lo que no estamos atentos ni prestamos atención como deberíamos a los fenómenos mágicos que pasan en nuestro entorno.
7- ¿Ves posible el desarrollo de alguna temática diferente en el futuro? Y si es así, ¿podrías dar algún ejemplo?
- Tengo la segunda novela que está acabada y en manos del editor, que es una novela, para mí, mejor que la primera, mejor escrita, más completa, pero no acaba de venderse porque los editores no quieren más Japón. Parece que esté de moda, pero por lo visto cuesta venderlo a las editoriales y entonces estoy planteando escribir o bien en una ciudad cualquiera, porque rascacielos y edificios hay en todas partes, o bien en Cataluña… Aunque Cataluña no me motiva para escribir. Sobre Nueva York tampoco les interesa. Según algunas personas “si no has estado en el sitio o no vives allí, no puedes escribir”. ¿Por qué? Si está la imaginación, los libros, está en las películas, está en todas partes… Claro que a lo mejor un director de películas americano puede conocerlo mejor que yo, pero ¿por qué no puedo hacer una novela ambientada en Nueva York o en cualquier otra ciudad? Bueno, el de Crónicas Marcianas no ha estado nunca en Marte y mira… Volviendo al tema, me planteo una temática más cercana al lector de aquí de España, bien en una ciudad española o una inventada. Pero hay una cosa que me cuesta mucho, y esto le pasaba también a Haruki Murakami, le costaba mucho escribir novelas porque no podía poner nombres en japonés, le costaba mucho poner nombres a sus personajes. A mi me pasa lo mismo, me cuesta mucho ponerles nombres españoles a mis personajes, me chirría, no se por qué. Y quizás por eso pongo nombres japoneses, me es más cómodo.
8- ¿Cuál es la esencia/mensaje que deseas transmitir con tu novela?
- Que el destino es soberano, que la vida es soberana, que te lleva por donde quiere y que como decía Seneca más o menos, el destino te lleva, te arrastra y tienes dos opciones: o te subes al carro del destino, te dejas llevar y será un camino más llevadero pero te llevará por donde quiere, o bien, haces fuerza, tiras del carro, con lo cual vas a salir magullado y te va a arrastrar de todas formas, y va a ser casi peor. Por eso a veces es mejor dejarse llevar por el destino. Pero claro, esto suena a determinismo. El mensaje es que estés atento a las señales de la vida, que te agarres a tus sentimientos y como dice Don Juan Matus, protagonista del libro de Carlos Castaneda, hay que seguir los caminos que tienen corazón. Porque en un camino conduce a ningún sitio pero los que no tienen corazón te van a hacer desgraciado toda tu vida. ¿Y cuales son los caminos que tienen corazón? Tu te preguntas, no te puedes engañar. Te preguntas si este camino o esto que haces tiene corazón, si la respuesta es que no, sabes que por ahí no puedes seguir entonces tienes que cambiar rápidamente, si no, te convertirás en un desgraciado. Es cierto que tu no te puedes engañar a ti mismo.
9- ¿Cómo describirías tu propia obra?
- Rarísima, vulgar, del montón. Más bien corriente; intento hacer algo chulo, bonito, algo que yo disfrute haciéndolo y que el que lo lea también lo haga. Y por eso creo importante no hacer guiones ni tener cosas muy estructuradas porque luego eso se nota y el editor también lo ve. Entonces cuando tú te dejas llevar y te sorprendes a ti mismo por lo que hacen tus personajes, es como lo que dice Kenzaburo ‘el escritor no escoge la historia, sino es más bien ella quien elige al escritor’, cuando ves el punto en el que ellos dejan de ser tuyos para tomar una vida diferente.
Por eso intento sorprender al lector y hacerlo de forma genuina, lo que sucede es que no soy buen escritor porque tardo mucho en escribir una obra.
10- ¿Te identificas con alguno de tus personajes? / Cuál es tu personaje favorito y porqué?
- Del Jardín de Sonoko con Kaoru. Yo soy muy maniático, tengo la vida muy estructurada y regular, me gusta hacer las mismas cosas a la misma hora, soy muy maniático en ese sentido. Soy muy aburrido, siempre ceno lo mismo (leche con copos avena) excepto el sábado que me tomo la licencia de hacer una pizza, hamburguesas o bocadillos para mi y para mi mujer, acompañado de un cerveza y un par de whiskies. Por la mañana me levanto a las seis y media o siete; intento escribir, realmente no escribo nada pero lo intento; me pongo a hacer deporte; intento escribir, no hago nada; como cuanto antes mejor y hago una pequeña siesta; intento escribir, tampoco hago nada; y luego a las siete paro y ceno copos de avena. Me acuesto a las diez o once y leo un par de horas.
Un saludo. Kisses, Nos leemos o no,
Nymmynbooks
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