Sinopsis

Ser diferente no significa que tu voz no se pueda oír.

Addie, una niña autista de 11 años, lucha para que se levante un monumento en memoria de las mujeres que fueron condenadas por brujería hace siglos en su pueblo natal. Al igual que ella, esas «bujas» fueron discriminadas por no ser como la mayoría, y Addie buscará que la sociedad vea esas diferencias desde otra perspectiva. Una historia sobre la amistad, el coraje y la confianza en uno mismo.

Opinión

Es una novela corta y autoconclusiva, que no te dejara indiferente. La autora incluye en su narración de aspectos cotidianos con cierta magia a través de la visión de Addie, la protagonista. De la misma manera, se retrata con realismo y crudeza las situaciones del día a día por las que pasan las personas autistas.

La historia tiene un hilo interesante, a partir de introducir la subtrama de las brujas de Juniper que despiertan curiosidad en Addie, y el círculo queda muy bien cerrado tras las comparativas entre la situación de discriminación que vivieron las brujas de la ciudad con lo que les sucede a Addie y se hermana Keedie, también autista. 

Creo que, además, es una manera muy certera de presentar una metáfora a los lectores y despertar empatía, o lo que debería ser sentido común en la sociedad, y, por otro lado, pedir aceptación o al menos tolerancia. Si ser diferente fuera un crimen, estaríamos todos condenados, porque la experiencia humana, aunque es grupal, también es individual y única en cada caso.

Esto se puede ver con el personaje de Keedie, igual de necesario que el de Addie, porque aporta la representación desde otro punto del espectro autista, y ayuda también a dar luz a otra parte del diagnóstico, de manera que las personas menos informadas sobre el tema vean otro ejemplo. Que su hermana sea una persona "funcional" o más "funcional" que Addie, no modifica su realidad y sigue siendo una situación parte del autismo; no se le debe restar importancia y hay que atender a las necesidades de esa persona por igual. 

También me gustaría hacer mención especial a la amiga de Addie, Audrey, por darle apoyo a Addie. Hay momentos del libro bastante duros, que me hicieron derramar algunas lágrimas, y ver que Audrey aceptaba a su amiga tal y como es, fue reconfortante (quizá viéndome reflejada con mi situación en la infancia).

Puntuación 

9 de 10

Comentario

Es una lectura especial, dulce pero real, que deberían de leer la mayoría de personas, tanto niños como adultos, quizá especialmente estos últimos. La aceptación debería ser la base del comportamiento humano pero al menos si no fuese este promover la tolerancia y brindar las comodidades que necesite cada persona. Ante todo somos humanos, y por ello diversos, aunque a veces la humanidad que hay en nosotros no se vea reflejada tan claramente.

Nos leemos, Nym.