Primeras impresiones Fuegos fatuos - Carlos Sabarich
Se trata de una novela exigente, de escritura pulida y cuidada, vocabulario culto y vaivenes filosóficos. Como conozco al autor, he de decir que esa ironía, despiste y gracia que le añade a la narración casa bastante con su manera de ser, lo que no me ha pillado por sorpresa.
Puedo entender que a ojos de más lectorxs este tipo de escritura pueda parecer atrevida: son párrafos extensos con diálogos indirectos (sin guioncillos, más bien como una narración sucesiva de recuerdos característicamente desordenados -como la mente humana- cuando son explicados por el protagonista y no el narrador omnipresente) y con una confusión intrínseca (propia de la pluma que el autor exhibe) que te obligan a tener paciencia durante su lectura.
Voy por la página 70 aproximadamente (ya he leído la primera crítica de Cósimo, amigo del autor, quien se comprometió a dar su opinión cada ciertos capítulos. Este hecho es curioso, cuánto menos, porque te hace creer que estás en una especia de experimento psicológico sobre escritura; además, demuestra sinceridad por parte de Sabarich ya que la opinión no es sesgada pues aparecen tanto las cosas positivas como las mejorables) y de momento concuerdo con Cósimo en muchos aspectos.
Como ejemplo de lo anterior tenemos que la doble narración es hasta curiosa, puesto que incluye perspectivas objetivas (narrador omnipresente) y subjetivas (Ismael, protagonista); no obstante, quizás, la forma en cómo están planteadas (repitiendo contextos, es decir, explicando los mismos hechos dos veces) es algo monótona. Sin embargo, creo que este detalle es sólo uno de tantos que el autor se empeña en ejercer para poder seleccionar a lxs lectorxs y ver cuáles de ellxs continúan hasta el final (porque como dice al principio del libro, todo es importante -en mayor o menor medida- para quien lo escribe y eso, al final, te guste o no, se ha de respetar).
Seguiremos en la reseña 👀
Kisses,
Myn
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