Reseña Sobre el duelo - Chimamanda Ngozi Adichie
En un intento por encontrar consuelo ante la sensación de vacío que la sacudió hasta la médula, Sobre el duelo es una breve pero inteligente y conmovedora crónica autobiográfica de las primeras etapas de la gestión de la pérdida, un revelador examen de la naturaleza del dolor, un tributo al padre que la llamaba «nwoke neli» («la que equivale a muchos hombres») y una profunda reflexión sobre la lengua y las tradiciones igbo.
Este libro se enmarca en la más rabiosa y dolorosa actualidad: la autora escribe desde la certeza de ser sólo una más de entre los millones de personas en duelo, sobre las dimensiones culturales y familiares del mismo y, también, sobre la soledad y la ira inherentes a él. Sobre el duelo es un libro imprescindible para estos momentos. Y, sin embargo, resultará atemporal, duradero, y una adición indispensable al canon de la autora. En el mismo formato que Todos deberíamos ser feministas, el lector lo atesorará y compartirá más que nunca.
Opinión
Me embarqué en esta lectura esperando leerla en dos tardes, sin embargo solo me llevó una por la familiaridad y el tono cercano sentimetal de la autora. El tipo de escrito te arropa y te hace sentir como si estuvieras escuchando a una amiga o familiar hhablar de su experiencia con la muerte de un ser querido, y te hace querer recordar los detalles que narra para también formar parte de ese duelo y compartirlo.
Es un monologo interno o diario, en el cual nuestra querida Chimamanda relata lo que sucede antes, durante y después del proceso en el que su padre fallece. Uso el término proceso porque hasta a última página la autora no acaba de aceptar el hecho de que este hablando de su padre en pasado, aunque sé que nunca realmente estará difunto mientras lo mantengan vivo en los recuerdos y corazones.
El discurso distendido cuenta con recuerdos de la autora que se sienten como secretos, como si te estuviera confesando lo que más atesora en el mundo, pero a su vez refleja de alguna forma la experiencia interpersonal que uno ha tenido si ha experimentado la pérdida en sus carnes. Recuerdo haber pensado más de una vez, eso lo sentí yo, lo viví yo.
Creo que el libro puede ayudar a gente que ha perdido a sus seres quierdos, no a sanar si no a sentirse parte de un sentimiento mayor como un refugio. Con esta lectura también se pone testigo a que el duelo es un fenómeno compartido, a pesar de que haya distintas religiones y costumbres, como pueden ser las de la comunidad de Chimamanda en Nigeria, porque individualmente la expresión de este dolor parece incluso universal.
Es sorprendente como la muerte es un suceso que nos afecta o afectará a todes y aunque se verá afectado por nuestras creencias, experiencias personales, la cultura o sociedad que nos envuelve, incluso el lenguaje como bien puntualiza la autora, el sentimiento que tenemos es personal y sin embargo compartido.
Conclusión
Lectura sencilla pero emotiva, una lección sobre la vida y la muerte, que recomiendo a todo tipo de públicos. Leed y sentiréis que escucháis a la par que sois escuchados.
Puntuación
9 de 10
Nos leemos, Nym.
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